La medida contribuirá a reducir el déficit de carburantes qua ha atravesado la economía boliviana.

En un paso clave para satisfacer la creciente demanda y reducir el déficit de combustibles, el Gobierno boliviano autorizó la libre importación de gasolina y diésel a empresarios privados para su comercialización en el mercado interno y dejó claro que no renunciará a la importación de hidrocarburos a precios subvencionados.

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El ministro de Hidrocarburos de la nación suramericana, Alejandro Gallardo, informó este jueves que la decisión se hizo oficial a través del Decreto Supremo 5271.

En declaraciones a una televisora pública local, el funcionario detalló que la medida «tiene como objetivo autorizar a personas naturales, jurídicas y privadas la importación de gasolina y diésel para su comercialización en el mercado interno y establecer los requisitos y prohibiciones».

Explicó que empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) continuará realizando la importación de combustibles a precios subvencionados, para garantizar «la estabilidad del mercado y el acceso de la población a estos recursos esenciales».

Según YPFB, el 86 por ciento de diésel y el 56 por ciento de gasolina que se consume en el mercado interno de Bolivia es importado.

El país produce solo una mínima parte de combustibles líquidos que demanda. En opinión del presidente Luis Arce, ello obedece al abandono por Gobiernos anteriores de la exploración y prospección de nuevos pozos petroleros, mientras que la economía continúa recuperándose luego de la pandemia de Covid-19.

Este fin de semana YPFB informó que ya se descargaba un buque de gasolina y otro de diésel en el puerto chileno de Arica. Horas atrás, la empresa añadió que se prevé que ingresen al país durante esta semana 2.140 camiones cisterna con carburantes, provenientes de Argentina, Paraguay y Perú.

La gerente de Productos Derivados e Industrializados de YPFB, Gabriela Delgadillo, aseguró a medios locales que esta política le ofrece certidumbre a la población y los productores.

En paralelo a la subvención estatal a los carburantes, Bolivia aplica la estrategia de introducir nuevos combustibles de mayor calidad, a precio internacional del petróleo, para vehículos de última generación.

Los recientes bloqueos de rutas promovidos por seguidores del expresidente Evo Morales (2006-2019) redujeron en 60 por ciento los despachos de diésel y entre 75-80 por ciento los de gasolina a nivel nacional, detalló YPFB.

En 2021, Bolivia importó cantidades de gasolina y diésel que marcaron un récord histórico para ese momento: 2.120 millones de dólares en valor. Ello fue superado al año siguiente, cuando dicha actividad llegó a aproximadamente 3.000 millones de dólares.

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